miércoles, 25 de noviembre de 2009

Hallan nuevos indicios de que un gran océano cubrió parte del planeta Marte


Un nuevo mapa sobre los valles de Marte respalda la teoría de que un océano cubría todo el hemisferio norte del planeta rojo. Asimismo, muestra un mayor parecido entre los sistemas montañosos de Marte y de la Tierra de lo que se pensaba ahora, según un estudio de la Universidad de Illinois del Norte y el Instituto Lunar y Planetario de Houston en EEUU.
Los investigadores han utilizado un innovador programa informático para producir un mapa global más detallado de la red de valles en Marte. Este hallazgo indica que estas redes son dos veces más amplias de lo que señalaba el único mapa del planeta existente.
Además, las regiones más densas en valles forman un cinturón alrededor del planeta entre el ecuador y las latitudes de la mitad sur, lo que resulta coherente con un escenario climático pasado que incluyera precipitaciones y la presencia de un océano cubriendo una gran parte del hemisferio norte de Marte. Los científicos han planteado ya la hipótesis de un único océano en el antiguo Marte, sin embargo, el debate sigue abierto en este sentido.
Según explica Wei Luo, responsable del estudio, "todas las evidencias recopiladas al analizar la red de valles en el nuevo mapa apuntan a un escenario climático particular en los inicios de Marte. Éste podría haber incluido lluvias y la existencia de un océano que cubría la mayor parte del hemisferio norte o alrededor de una tercera parte de la superficie del planeta".
Similitudes con ríos terrestres
Tomasz Stepinski, coautor del trabajo junto a Luo, señala que "la presencia de más valles indica que muy probablemente llovió sobre el antiguo Marte, mientras que el patrón global muestra que este cinturón de valles podría explicarse si hubiera existido un gran océano en el norte".
La red de valles de Marte muestra algunas similitudes con los sistemas de ríos de la Tierra, lo que sugiere que el planeta rojo fue más cálido y húmedo que en el presente. Sin embargo, dado que las redes fueron descubiertas en 1971 por la sonda Mariner 9, los científicos han debatido si fueron creadas por la erosión del agua superficial, lo que apuntaría a un clima con lluvias o a un proceso de erosión conocido como socavamiento por aguas subterráneas, que puede producirse en condiciones de frío y sequedad.
La gran disparidad entre las densidades de redes de ríos en Marte y la Tierra han proporcionado el principal argumento contra la idea de que la erosión por escorrentía formó las redes de valles. Pero el nuevo mapa reduce la disparidad, lo que indica que algunas regiones de Marte tenían densidades de redes de valles comparables a las de la Tierra.
Océáno al norte, montañas al sur
Stepinski desarrolló los algoritmos utilizados en la elaboración del nuevo mapa. "El único mapa global de las redes de valles se produjo en los años noventa examinando imágenes y dibujando sobre ellas, así que estaba bastante incompleto y no se había actualizado con los datos actuales. Nuestro mapa se creó de forma semiautomática, con un algoritmo informático que funciona con datos topográficos extraídos de redes de valles, es más completo y muestra más redes de valles", señala el investigador.
Según apuntan los investigadores, la superficie marciana se caracteriza por planicies localizadas en su mayoría en el hemisferio norte y sistemas montañosos localizados principalmente en el hemisferio sur. Dada esta topografía, el agua se acumularía en el norte, donde las elevaciones superficiales son menores que en el resto del planeta, formando así un océano.
"Un océano único en el hemisferio norte explicaría por qué existe un límite austral a la presencia de redes de valles. En estas regiones más al sur de Marte, localizadas lejos de las reservas de agua, existirían pocas lluvias y no desarrollarían valles. Esto también explicaría por qué los valles se vuelven más superficiales a medida que se va de norte a sur, como sucede en este caso", afirma Luo.
Por último, el investigador señala que la lluvia se restringiría al área cubierta por el océano y a las superficies de tierra vecinas, lo que se asocia con el patrón similar a un cinturón de la disección de valles que se observa en el nuevo valle.

2002. Un agujero negro en el centro de nuestra Galaxia




En el año 2002, un equipo internacional de astrónomos liderado desde el Instituto Max Planck de Física Extraterrestre de Munich presentó los resultados de un patrullaje de diez años de duración de la estrella S2 que orbita en torno al Centro de la Vía Láctea. Sus medidas indicaban que nuestro centro galáctico está ocupado por un agujero negro supermasivo de unos 4 millones de masas solares. Observaciones posteriores en un amplio rango de longitudes de onda (visibles, infrarrojas, radio, X y gamma) han confirmado este resultado ofreciendo más y más detalles. Se piensa hoy que la presencia de agujeros negros supermasivos no sólo tiene lugar en galaxias extremas, sino que puede ser un fenómeno habitual en la mayor parte de las galaxias espirales y elípticas.



Una radiofuente en el Centro Galáctico


La posición del centro geométrico y de rotación de nuestra Galaxia se conoce de manera aproximada desde principios del siglo XX. En 1918, el astrónomo norteamericano Harlow Shapley estudiando la distribución espacial de los cúmulos globulares había localizado su situación en un determinado punto de la constelación de Sagitario, en una zona oscurecida por las enormes cantidades de materia interestelar presentes en la línea de mirada y que, por lo tanto, no puede ser observada en el visible. Los telescopios que a lo largo del siglo XX fueron acumulando datos en el infrarrojo, en rayos X y en ondas de radio, fueron afinando progresivamente las observaciones de la región central de la Galaxia para concluir que su centro debía estar localizado en un gran complejo denominado Sagitario A, a 25.000 años-luz de nuestro sistema solar.



La radiofuente más intensa de esta compleja región se conoce como Sagitario A* (o simplemente Sgr A*) y presenta unas extraordinarias propiedades pues a su intensa radiación en ondas de radio se suman fuertes emisiones infrarrojas, de rayos X y gamma. En la región de unos 3 años luz que rodea a Sgr A* se encuentran millares de estrellas, al menos un centenar de ellas son muy masivas (de los tipos O y B) y de las llamadas Wolf-Rayet, precursoras de Supernovas. Todo parece indicar que si nuestro centro galáctico no es exactamente Sgr A*, debe situarse en una posición muy cercana a esta radiofuente.


Órbitas estelares revelan un agujero negro






El centro de la Galaxia resulta pues muy difícil de estudio por encontrarse en una región oculta por numerosas nubes interestelares que, además, está afectada por una gran confusión. Sin embargo, es posible estudiar el comportamiento de las estrellas de su entorno inmediato para tratar de deducir algunas características del misterioso objeto que debe ocupar el núcleo. En el año 2002, unos astrónomos alemanes culminaron 10 años de patrullaje de una estrella denominada S2 que se encuentra orbitando en torno al centro galáctico. Sus medidas indicaban que el movimiento Kepleriano descrito por la estrella sólo podía explicarse si el centro de la órbita la ocupaba un objeto extremadamente masivo y compacto. Esa zona central, de tamaño menor que el de nuestro sistema solar, debía contener unos 3 ó 4 millones de masas solares. Tal objeto, tan sumamente compacto y masivo, sólo puede ser un agujero negro supermasivo.

El agujero negro central


Todas las observaciones parecían por tanto estar de acuerdo en la presencia de un agujero negro supermasivo en el centro de la Vía Láctea. En el año 2008, el astrónomo alemán Reinhard Genzel y su equipo del Instituto Max-Planck de Física Extraterrestre (Munich) presentaron los resultados de una campaña de observaciones que había durado 16 años. Durante este periodo de tiempo, estos astrónomos habían patrullado el movimiento de varias estrellas en el entorno del centro galáctico y la conclusión no ofrecía dudas: las órbitas estelares corroboraban muy claramente ("más allá de cualquier duda razonable", en palabras de Genzel) que la zona nuclear está ocupada por un agujero negro de 4,3 millones de masas solares.
Naturalmente todas estas observaciones no nos muestran la presencia del agujero negro de manera directa. Es cierto que, tal y como predijo Stephen Hawking, todos los agujeros negros deben generar radiación (la que se conoce como “radiación de Hawking”), pero se trata de una emisión extremadamente débil muy fuera del alcance de las técnicas de recepción actuales. Estos misteriosos y fascinantes objetos sólo se ponen de manifiesto mediante los dramáticos efectos que causan en su entorno. Por ejemplo, la radiación infrarroja y de ondas de radio procedente de la zona central de nuestra Galaxia indica que las grandes nubes de gas y polvo (pequeñas partículas de material sólido) que allí se encuentran, están calentadas a temperaturas que superan el millón de grados, posiblemente mientras se desploman en el abismo del agujero negro.





martes, 10 de noviembre de 2009

Comienza la restauración de la tumba de Tutankamón


El Consejo Superior de Antigüedades egipcio (CSA) y el Getty Conservation Institute, con sede en Los Ángeles (EEUU), han comenzado los trabajos de restauración y conservación de la tumba del mítico faraón egipcio Tutankamón.
El proyecto "incluirá un análisis científico de los problemas que afectan a las pinturas murales" de la tumba, situada en el valle de los Reyes, en la ciudad meridional de Luxor, según el director del instituto Getty, Tim Whalen.
"El objetivo final de nuestro trabajo con nuestros colegas egipcios es desarrollar un plan de conservación y mantenimiento a largo plazo para esta tumba que sirva como modelo para preservar sitios arqueológicos similares", subrayó Whalen en relación con el proyecto, que tendrá una duración de cinco años.
Por su parte, el secretario general del CSA, Zahi Hawas, mostró su alivio por el comienzo de los trabajos de restauración, ya que, según confesó, se habían detectado varias manchas en las paredes que habían sido motivo de preocupación.
La tumba más visitada
La tumba de Tutankamón, cuyos secretos están expuestos en el museo arqueológico de El Cairo, es hasta la fecha la única de las 26 tumbas halladas en el valle de los Reyes que se encontraba prácticamente intacta en el momento de su descubrimiento. Fue hallada el 4 de noviembre de 1922 por el arqueólogo británico Howard Carter, que trabajó en ella durante dos décadas.
La primera fase del proyecto del CSA y del instituto Getty, que durará dos años, incluye el registro de las condiciones de la tumba y sus muros, el análisis y el diagnóstico de las causas de su deterioro y el diseño de las intervenciones necesarias. Las dos siguientes fases, que llevarán otros tres años, consistirán en la aplicación del plan de conservación que se decida aplicar sobre la tumba y sus muros.
Asimismo, se desarrollará un programa para el control de las condiciones de mantenimiento de la tumba y para las visitas del monumento. EL CSA explica que el lugar donde descansaron los restos del faraón niño, que gobernó entre los años 1361 y 1352 a.C, es uno de los monumentos más visitados del Valle de los Reyes, situado en la orilla este del Nilo. Precisamente, su fama ha sido su maldición, ya que el elevado número de visitantes ha contribuido al deterioro al que ahora se intenta poner solución.

Científicos de EEUU restauran por primera vez el tejido eréctil completo del pene en conejos


MADRID.- Como una escultura o una obra de artesanía. Así se puede considerar el trabajo que han hecho en el laboratorio investigadores del Instituto de Medicina Regenerativa de la Universidad Wake Forest de Carolina del Norte (EEUU). Aplicando técnicas de ingeniería de tejidos, separando pacientemente distintos grupos de células y construyendo un molde a imagen y semejanza del pene de cada conejo -los animales empleados en este experimento- han logrado, por primera vez, restaurar con éxito el tejido eréctil completo de este órgano sexual.
"Se necesitan más estudios, pero en principio este logro es muy esperanzador y sugiere que esta tecnología podría aplicarse en hombres que requieren una reconstrucción del pene, como aquellos que padecen cáncer en esta zona, que han sufrido algún traumatismo o que presentan deformaciones congénitas", declara a ELMUNDO.es Anthony Atala, director de la investigación y del Instituto. "El paso dado es muy importante porque debido a la complejidad del miembro viril, hasta la fecha no existe un procedimiento que permita restaurar este tejido y logre una buena función sexual. Existen algunos procesos, como las prótesis de silicona, pero la función eréctil normal no se suele recuperar".
Lo primero que hicieron los investigadores fue aislar células musculares y endoteliales del propio tejido eréctil del pene de los conejos y multiplicarlas en el laboratorio. Para ello, según indican en la revista 'Proceedings of the National Academy of Science' (PNAS), donde publican su trabajo, inyectaron las células en una estructura en tres dimensiones -una matriz corporal de colágeno- que imitaba el órgano sexual de cada conejo. Así se les proporcionaba a las células el entorno idóneo para que se desarrollaran.
Una vez conseguido el conjunto, se reimplantaron las matrices -que constituyen el cuerpo cavernoso del pene- en 12 conejos blancos de Nueva Zelanda y se siguió la evolución del implante el primer mes y luego a los tres y los seis meses. Ya en el primer mes, los científicos observaron que el tejido empezaba a organizarse y las estructuras vasculares ya se estaban desarrollando. A los seis meses, eran histológicamente similares a los penes originales.
Cuando estos conejos se juntaron con las conejas tuvieron erecciones normales, una copulación adecuada y unos niveles de eyaculación normales, así como una capacidad buena para impregnar de semen las vaginas de las hembras. "Ninguno tuvo ningún efecto adverso", afirma el doctor Atala.
La erección
Uno de los retos más difíciles a la hora de solucionar los problemas con el pene es que el hombre vuelva a tener una erección normal. La erección se produce cuando el tejido muscular del órgano se relaja, se dilatan las arterias y permite que el pene se llene de sangre, crezca y se ponga rígido. La relajación muscular se ve favorecida por la liberación de óxido nítrico de las células endoteliales. Aunque se consigue en cuestión de segundos, el proceso es complejo e implica varios pasos. Por eso, es tan difícil reproducirlo con éxito mediante una prótesis.
Sin embargo, en el caso de los conejos, las células implantadas con la prótesis -al proceder del propio pene- han funcionado igual que si fueran del órgano sexual, han respondido bien a la liberación de óxido nítrico y, tras la erección, las venas volvían a su estado normal.
"El objetivo último es que en un futuro, algunos hombres con trastornos concretos del pene puedan beneficiarse de esta terapia. De momento vemos su potencial, pero es difícil dar una fecha concreta sobre su aplicación en humanos", señala el autor.

Si comes deprisa, comes más

MADRID.- Como dice el refranero: 'El comer y el dormir no quieren prisa'. Ahora, un nuevo estudio, publicado en 'Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism', demuestra que este viejo dicho no anda muy desencaminado. Sus autores confirman que ingerir la comida con rapidez induce a comer en exceso.
Esto ocurre porque, al parecer, cuando se come apresuradamente disminuye la liberación de un determinado tipo de hormonas intestinales (GLP1 y PYY), responsables de la saciedad, por lo que la sensación de apetito continúa.
Ya se conocía, por estudios previos, el papel tanto del péptido símil glucagón 1 (GLP1) como del péptido YY (PYY). Según los expertos, después de ingerir alimentos se reducen las concentraciones de estas hormonas intestinales encargadas de enviar señales al cerebro para dejar de comer".
Lo que no se había hecho hasta el momento era investigar los niveles de estos péptidos teniendo en cuenta un nuevo elemento: la velocidad de ingestión.
Por primera vez, Alexander Kokkinos, del Hospital General de Laiko (Atenas, Grecia) y su equipo analizan esta asociación. Para ello, seleccionaron a 17 individuos que debían realizar una misma prueba: consumir un helado de 300 mililitros (59% kcal., 33% carbohidratos, 8% proteínas) a distintas velocidades.
Por su parte, los investigadores tomaron muestras de sangre para anotar y valorar las medidas de glucosa, insulina, el nivel de lípidos en el plasma y las hormonas intestinales. Lo hicieron antes, durante y después de la comida.
"Descubrimos que cuando se ingería el helado en 30 minutos en vez de en cinco las concentraciones de ambos péptidos intestinales (GLP1 y PYY) era mayor y la sensación de saciedad se presentaba antes", concluyen los investigadores.
"Comer despacio es uno de los consejos que facilitamos a los pacientes con obesidad. De forma empírica, ya se sabía que de esta forma uno siente menos apetito", explica Francisco Jesús Arrieta Blanco, especialista en Nutrición del Hospital Ramón y Cajal de Madrid."Este trabajo viene a confirmar nuestras sospechas, aunque serán necesarios más estudios al respecto", añade el experto.

Si se jubila antes de los 55 años, rejuvenecerá


MADRID.- No son pocos los que creen que con la jubilación comienza el declive. Ni mucho menos. Un estudio europeo explica que retirarse a tiempo puede suponer una importante victoria. Los expertos explican que la salud de más de 10.000 personas que dejaron de trabajar en torno a los 55 años mejoró marcadamente. Tanto es así, que se estima que rejuvenecieron en torno a una década.
La citada investigación, recogida por 'The Lancet', se basó en las estimaciones personales de más de 14.700 empleados de la compañía nacional de gas y electricidad de Francia (Electricité de France-Gaz de France); un 79% eran hombres. Con una periodicidad anual, los participantes rellenaron distintos cuestionarios en los que valoraron su salud durante un periodo de 15 años (siete antes de retirarse y siete después de la jubilación).
Los investigadores, procedentes de distintos centros europeos (como la Universidad de Estocolmo o Londres) y liderados por Hugo Westerlund, detectaron que la salud de los que se retiraron en torno a los 55 años mejoró marcadamente. "Entre el año anterior a la jubilación y el posterior, la prevalencia de una salud inadecuada cayó de un 19,2% a un 14,3%, lo que supuso una ganancia de unos ocho o 10 años de salud", indican.
Este 'rejuvenecimiento' se detectó tanto en hombres como en mujeres y su efecto se mantuvo hasta siete años. Tan sólo un 2% de la muestra no experimentó este efecto protector de la jubilación; se trató principalmente de "sujetos con un alto cargo, baja demanda y alta satisfacción en el trabajo".
Durante los tres años anteriores a retirarse -un 72% lo hizo antes de los 56-, un 11% sufrió depresión, un 29% presentó dolores musculoesqueléticos y un 32% faltó más de 21 días por enfermedad. Estos factores mejoraron en la mayoría de los que se jubilaron pronto y que no estaban satisfechos en su trabajo.
Los menos satisfechos fueron los que más se beneficiaron
"Las altas exigencias, físicas o psicológicas" se relacionaron con una peor salud. Sin embargo, tras dejar el empleo, aquella presión se tradujo en una mayor probabilidad de disfrutar de los beneficios de la jubilación.
Según los autores del documento, uno de los principales puntos fuertes de su trabajo se basa en que se recopilaron datos de las mismas personas de forma anual, lo que permitió ver cómo fue evolucionando su salud, a la vez que se valoraron sus jornadas laborales.
Frente a estas consecuencias perjudiciales los investigadores se muestran optimistas: "Cuando es muy exigente y poco satisfactorio, el trabajo supone una carga añadida para nuestra salud. Pero, los efectos de este peso son reversibles".
En un comentario adjunto, también aparecido en 'The Lancet', se incide en que las condiciones laborales de los trabajadores de Electricité de France-Gaz de France no siempre se dan en todas las empresas. Los participantes pudieron jubilarse de forma temprana y conservando un 80% de su pensión. Por eso, sería una buena idea contrastar los datos en investigaciones similares realizadas en otros ámbitos.
A pesar de ello, los firmantes de este artículo de opinión, procedentes de la Universidad de Düsseldorf (Alemania), subrayan el valor del estudio. "Sus resultados sugieren que la calidad de las tareas y del trabajo afecta fuertemente a la percepción de la salud y, por tanto, contribuye a la intención que tienen las personas de abandonar su empleo lo antes posible".
En este sentido, coinciden con los autores del documento científico en recomendar a las autoridades que mejoren las condiciones laborales (si lo que quieren es que los trabajadores se jubilen lo más tarde posible).

La revolución de los planetas extrasolares

Hace 14 años, cuando el astrónomo suizo Michel Mayor descubrió un planeta fuera del Sistema Solar se abrió una puerta al Cosmos que hasta entonces se basaba en simples conjeturas: la posibilidad real de que exista algún tipo de vida más allá de la atmósfera terrestre.
Desde entonces, el número de exoplanetas detectados por los nuevos telescopios espaciales ha superado los 400. Los últimos, los 32 que hace 15 días anunció el mismo Mayor en Madrid. Entre ellos los hay muy distintos: muchos son totalmente gaseosos, otros rocosos. Los hay helados y muy calientes. Gigantescos y diminutos. Algunos tienen muchas lunas y otros están bajo el influjo de dos estrellas. Incluso se han detectado 'supertierras', aquellos que tienen varias o muchas veces la masa de la Tierra.
Diez astrónomos han seleccionado para National Geographic algunos de los que podrían albergar vida, aún cuando sus condiciones son extremas. El documental se emite esta noche, a las 21 horas, por el canal National Geographic, con el nombre 'Mundos extraterrestres'.
Desde luego, inhabitable es el primer exoplaneta que se encontró, Belerofonte, en la constelación Pegaso. Con una temperatura de 1.000ºC y totalmente gaseoso, es del tipo llamado 'Júpiter caliente', y tiene un inmenso tamaño. Si hay allí llueve, será vapor de hierro.
La ruleta cósmica
"Cuando se forma una estrella, alrededor deja unos discos de gas y polvo, donde se forman los planetas al azar. Es como un ruleta. Se van sacando números y, con el tiempo, salen los de la suerte. Esa es la probabilidad de que se forme un planeta con condiciones para la vida", explica a EL MUNDO.es Sara Seager, astrofísica del MIT (Instituto de Tecnología de Massachusetts) y colaboradora de National Geographic.
Ahí está el caso del planeta Osiris, también en la constelación Pegaso. En Osiris se ha detectado sodio, carbono, hidrógeno y oxígeno (todos ellos, elementos necesarios para la vida), pero también está demasiado cerca de su estrella y su temperatura es tan elevada (un millar de grados) que cada segundo pierde 200.000 toneladas de su atmósfera. Además, no tiene superficie sólida.
"La razón por la que se encuentran tantos planetas muy calientes está en que son los que se detectan con la tecnología actual, que los encuentra analizando la bajada de intensidad de la luz que dejan al pasar ante de su estrella. Pero eso no significa que más lejos no haya otros más parecidos al nuestro. Estoy seguro que hay millones de planetas rocosos como la Tierra que se encontrarán en el futuro. Ya se esperan grandes resultados del telescopio espacial Kepler [lanzado en marzo]. La Tierra está dentro de un sistema, el Solar, que es de formación universal. Otra cosa es que no tengamos detalles de las superficies de estos planetas, sólo de su atmósfera. Incluso si viéramos la Tierra desde muy lejos, sería distinta", explica Juan Pérez Mercader, investigador del Centro de Astrobiología del INTA. "El Sol es una estrella común, no tiene nada de especial", insiste.
Búsqueda de 'aliens'
Este experto, protagonista de la Semana de la Ciencia de Gran Canaria con un café científico (martes 17) sobre este tema, está convencido de que hay mundos helados, como Júpiter o zonas de Marte, que en su interior podrían tener cuevas con agua en las que existan organismos biológicos. Aunque, precisa, "será una vida bacteriana, muy simple, como la que hubo en la Tierra en sus orígenes".
Es lo mismo que piensa Seager: "Soy optimista respecto a que nuestra generación encontrará vida fuera de la Tierra. Depende de lo que queramos invertir en ello y de cómo de común sea. Si invertimos otros 5.000 millones de dólares para construir un telescopio que podría encontrar planetas, localizaría 100 estrellas cercanas al Sol, y si las 'tierras' con vida son comunes, nosotros las veremos, pero si son raras habrá que buscar muchas más, lo que requiere más tiempo. Y no me refiero a ver 'aliens' similares a nuestros seres vivos, sino a detectar en sus atmósferas señales biológicas, como lo son el oxígeno o el ozono en nuestro planeta, bioseñales generadas por las plantas y las bacterias".
De momento, ya han sido localizados en el Cosmos seis elementos básicos para la vida. Y también aminoácidos en un cometa. Lo que aún se busca es un planeta con agua líquida, ni grande (porque tendría una inmensa atmósfera de hidrógeno y helio y una superficie muy caliente) ni pequeño. En definitiva, lo que los astrónomos llaman un planeta Goldilocks.
La esperanza está en las 'supertierras', que son más grandes que la que habitamos. Ese Goldiloks debería orbitar una estrella pequeña para no recibir excesivo calor aún estando cerca. "Eso es más fácil que encontrar una Tierra gemela", reconoce Seager.
Podría ser el caso del planeta Gliese 581c, el más parecido a éste que se ha encontrado, con una temperatura de entre menos 3ºC y 40ºC. Se cree que se compone sólo de agua. También el Gliese 581d está en zona habitable. En todo caso, resulta evidente que cada día estamos más cerca de confirmar que no estamos solos.

http://www.elmundo.es/elmundo/2009/11/06/ciencia/1257532020.html

Hallan en Francia el marsupial más 'viejo' de Europa


Los paleontólogos suelen decir que el continente europeo es Terra ignota en lo que se refiere a la historia de los primeros mamíferos que lo habitaron. Son muy escasos los restos de esta clase de vertebrados que se han encontrado del Cretácico y, por ello, cuando uno sale a la luz se considera un pequeño tesoro. Este es el caso de unas cuantas piezas dentales que han sido desenterradas en el departamento francés Charente-Maritime, al este del país, bajo cinco toneladas de sedimentos.

Según sus descubridores, pertenecen a un pequeño marsupial que vivió hace 99 millones de años, por lo que, aseguran, podrá dar importantes pistas sobre los mamíferos que ocuparon Europa antes de la gran extinción que tuvo lugar al final del Cretácico, hace unos 65 millones de años. Es, según aseguran, "uno de los más viejos y primitivos marsupiales conocidos en el mundo" y, desde luego, el mas antiguo representante europeo de los modernos terios (subclase de mamíferos cuyo embrión se desarrolla en el interior del útero, en lugar de en el huevo).

Hallazgo francés
Los dientes de este ejemplar fueron localizados por un equipo de paleontólogos del Museo de Historia Natural (CNRS) francés y de la Universidad de Rennes 1. Pertenecen, según el estudio que publican en la revista 'Proceedings of National Academy of Science' (PNAS) a un marsupial de la especie que han bautizado como 'Arcantiodelphys marchandi'.

Entre las aportaciones de estos fósiles dentales mencionan que ayudarán a mejorar el conocimiento sobre la historia de los marsupiales en general, que hasta ahora sólo ha sido conocida a través de los restos encontrados en Norteamérica.

Es más, consideran que podría confirmar las relaciones que hubo entre la fauna de estas dos grandes áreas continentales durante el Cretácico medio, cuando creen que pudo existir una gran paleoprovincia euroamericana.

Por otro lado, también dan nueva información sobre las rutas de dispersión que siguieron estos pequeños mamíferos, que pudieron transcurrir entre Asia y Europa, y no desde Norteamérica hacia este continente, como parecían indicar los fósiles hasta ahora.

Diseñan un código de barras para identificar con rapidez el ADN de las plantas

Expertos de 50 países han ideado un innovador sistema para identificar las plantas de todo el mundo a través de su ADN. El objetivo es que cada especie tenga un 'código de barras' propio, una suerte de huella genética que permitirá identificarlas fácilmente.

Gracias a esta nueva tecnología se podría evitar el comercio ilegal de especies en peligro de extinción. Según la cadena británica BBC, la información se almacenará en una base de datos global a la que podrán acceder científicos de todo el mundo.

El acuerdo se firmará esta semana durante la conferencia internacional del 'código de barras de la vida' que se celebra en Ciudad de Mexico.

Lucha contra el comercio ilegal
"El código de barras es una herramienta que permite identificar a las especies con mayor rapidez", explicó a la BBC Patricia Escalante, responsable del departamento de Zoología de la Universidad Nacional de México. Escalante considera vital establecer una sistema fiable para identificar las especies si queremos salvaguardar la biodiversidad del planeta.

Investigadores de México trabajan en una red para crear códigos de barras en clave para grupos taxonómicos como árboles, abejas o insectos acuáticos. Toda la información se vuelca en una base de datos a la que pueden acceder científicos de todo el mundo.

Desde el año 2003 los investigadores han podido utilizar esta tecnología para identificar especies animales. Pero hasta ahora, no funcionaba con las plantas. Ha sido necesario identificar una zona diferente del ADN que facilita un conjunto importante de características.

Control de plagas
Desde hace años, los científicos trabajan para lograr un acuerdo sobre la mejor manera de identificar las especies. Con el nuevo sistema, problemas como la propagación de plagas o enfermedades serán más fáciles de combatir. No será necesario esperar a un especialista en botánica para examinar una muestra e identificar una especie.

Asimismo, la nueva tecnología permitirá identificar la especie a partir de un fragmento de material, lo que será muy útil a la hora de determinar de donde procede la madera con la que se construyen muebles. En los controles que se realizan a los buques que transportan mobiliario a otros países, resulta muy difícil determinar si la madera con la que están fabricados procede de árboles protegidos. Sin embargo, gracias al ADN, se podrá comprobar rápidamente si esa madera procede de árboles cuya exportación es legal.

Los científicos esperan catalogar 500.000 especies en los próximos cinco años.