
El Pentágono incluirá el cambio climático como una de las "amenazas para la seguridad" en el informe cuatrienal que remitirá en febrero al Congreso. La CIA se adelantó ya con la creación de su propio Centro para el Cambio Climático y la Seguridad Nacional. El Consejo Nacional de Inteligencia (CNI) previene entre tanto de de los "impactos geopolíticos" de la degradación ambiental, las hambrunas, la pobreza y las desestabilización de los gobiernos en las próximas décadas...
Pese al jarro de agua fría de la cumbre de Copenhague, la Administración Obama mantiene las espadas en alto y se prepara ante un preocupante escenario: "¿Qué pasaría en el mundo si la temperatura media aumentara por encima de los dos grados centígrados?".
El Consejo de Seguridad de la ONU, a instancias de Gran Bretaña, decide vincular el cambio climático a la paz y a la seguridad mundial, y la Unión Europea y la OTAN estudian también las previsibles consecuencias directas en la región mediterránea, de la desertización a las posibles olas de refugiados climáticos.
"No nos pueden llamar alarmistas cuando son los propios gobiernos quienes están haciendo sus cálculos y han decidido tomar ya cartas en el asunto", advierte el periodista canadiense Gwynne Dyer, que explora los futuros conflictos del clima en 'Climate Wars'.
Consecuencias en cadena
Dyer recuerda cómo fue el propio Pentágono, en plena era Bush, el primero en dar la señal de alarma sobre los conflictos, la desestabilización e incluso el riesgo de guerra nuclear como consecuencia del cambio climático.
"Los dos grados centígrados son simplemente el gatillo", previene Dyer. "A partir de ahí se pueden disparar todo tipo de consecuencias en cadena. En cualquier caso, el efecto será casi siempre el mismo: hambre. Y el hambre forzará movimientos migratorios, y las fronteras se convertirán en ollas a presión, y el agua puede ser el detonante de viejos y nuevos enfrentamientos".
El control del río Indo, según Dyer, puede desatar el conflicto definitivo entre India y Pakistán, que sufrirán por partida doble la pérdida de hielo en el Himalaya: primero con inundaciones, después con sequías que pueden condenar al hambre al 25% de la población.
El autor de 'Climate Wars' estima que China podría perder también el 30% de su capacidad agrícola, y vaticina una inmigración en masa de las ciudades costeras del sur hacia el interior, y una posible disputa con Rusia por el control de parte de Siberia: la nueva tierra "prometida".
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